Una noche perfecta para los campeones del mundo.
Un resultado soñado ante Brasil y una respuesta contundente para Raphinha, el delantero brasileño de Barcelona, que antes del superclásico en el Monumental, había dicho que iban a darle una “paliza” a la selección argentina.
El desenlace con goleada resultó ideal como respuesta, pero también los jugadores le hicieron saber que estaban molestos con estos dichos con todo el rigor posible.
Incluso, cuando terminó el primer tiempo, Emiliano Martínez se encargó de “dejarle un mensaje” y Leandro Paredes le “marcó” que no debía hablar antes de tiempo..